Taberna der Guerrita
Posted on 20/06/2014 by Armando Guerra on Armando

Alejandro Vigil | Directamente desde Mendoza con vinos de Catena Zapata

Cuando conocí a Alejandro Vigil, servidor estaba dando una vuelta por Chile y Argentina con Luis Gutiérrez. Se trataba de que el catador de The Wine Advocate para España, Chile y Argentina tomara el pulso a los dos países que menos conocía de la terna y así poder ofrecer una valoración lo más correcta posible de los vinos del Cono Sur.

Luis Gutiérrez contó con la colaboración en destino de algunas personas del mundo del vino para la preparación del viaje. Poquito quedaba al azar y muy pronto tuvimos la primera reunión con quien protagoniza estas líneas.

A mí desde el primer momento, me pareció evidente la posición que ocupaba Alejandro en la enología de Argentina, en torno a él se arremolinaba la energía de toda una generación de jóvenes que aspiraban a revolucionar las propuestas del país andino. Pero esa solo fue la primera impresión, después entendí que Vigil representaba mucho más.

Tuve la suerte de disfrutar de la hospitalidad de Nicolás Catena en algunas de las visitas a las viñas y las bodegas de la casa. Escuchando a Nicolás Catena en un coche que conducía el propio Vigil dirección a las viñas de altura de Gualtallary, entendí que la figura de este enólogo joven, de fuerte personalidad y enorme curiosidad, representaba un puente entre el pasado y el futuro. Un puente fiable, sin traumas, por el que se transita de una propuesta de vinos buenos de gran éxito comercial en la exportación, hacia otra donde se asumen más riesgos… con las locuras necesarias.

Aquellos días con Alejandro Vigil en Argentina, con Nicolás Zapata y un montón de enólogos de los que no voy a citar ningún nombre porque ninguno merece ser olvidado, fueron de gran aprendizaje para mí. No solo conocí a personas interesantísimas, algunas de las cuales seguirán los pasos de Vigil en el futuro y se dejarán caer por la sala de catas de barrio que tenemos en Er Guerrita. Conocí experiencias empresariales que se mueven en equilibrio entre el afianzamiento de caminos comerciales demostradamente exitosos y el espíritu explorador que todavía es posible conocer en Mendoza.

Cada paso los acerca más a las cumbres de los cercanos Andes. En cada paso hay un viticultor, un enólogo, un empresario loco que sabe muy bien lo que se trae entre manos… y Alejandro Vigil en la clave del arco.

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